Hoy, 13 de enero, celebramos el día mundial de la lucha contra la depresión.
Todxs, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado sentimientos de tristeza, melancolía, apatía, desesperación, desesperanza, etc. De hecho, dadas las circunstancias en las que nos estamos encontrando en el último año de nuestra vida podemos haber notado que se han disparado, si cabe, más, dichas expresiones en nuestro día a día.
Estos sentimientos pasan de manera transitoria sin embargo, lo que diferencia a la depresión de estos sentimientos transitorios es que las emociones negativas incapacitan a la persona en su actividad diaria.
Estar triste porque has tenido que dejar a tu familia, amigos, trabajo y hogar atrás ¿es transitorio?¿o bien la tristeza que te invade como consecuencia de tu huida impide que puedas continuar con tu rutina?
Las personas migrantes deben hacer frente a condiciones ambientales, económicas y sociales muy difíciles durante su proceso migratorio, hecho que puede llevarles a una afectación en negativo del estado de su salud mental, especialmente si no cuentan con los recursos de afrontamiento necesarios. El estrés asociado a la pobreza, a la violencia de cualquier tipo, a la ausencia de redes de apoyo, a la fragmentación familiar o a la vivencia de un hecho traumático, son factores que disparan el riesgo a desarrollar depresión.
La mayoría de las personas que sufren esta enfermedad acuden a ayuda profesional (del tipo que sea), sin embargo, la propia condición irregular en la que se encuentran las personas migradas imposibilita, en la gran mayoría de casos, el acceso a los servicios de salud necesarios y oportunos.
Como si no fuera suficiente con esto, el propio estigma social creado en torno a los trastornos de salud mental suele crear rechazo, discriminación y exclusión social, hecho que lleva a actitudes de rechazo a la hora de buscar o aceptar ayuda.
Somos conscientes de la carga emocional que supone un proceso migratorio y de su impacto psicológico, especialmente en jóvenes que están en proceso de configurar su personalidad, sus estrategias sociales, sus habilidades comunicativas y sus herramientas emocionales.
Por ello, acompañamos desde la escucha activa, el afecto y la comprensión, teniendo en cuenta que nuestras actitudes pueden fomentar el sentimiento de cohesión y respaldo emocional que puedan necesitar en aquellos momentos en los que compartimos tiempo con ellos. Intentamos ofrecer el apoyo social y afectivo que ausenta en su estancia en la ciudad, debido a la separación con el núcleo familiar y vivencia de situaciones muy duras y extremas en edades muy tempranas, y con ello minimizar el riesgo de desarrollar futuros trastornos mentales como la depresión.
Desde Solidary Wheels hacemos un llamamiento y petición para que los servicios de salud sean accesibles e inclusivos para todxs, que aseguren y garanticen una integración de las distintas culturas para que todas las personas puedan ser aceptadas y puedan elegir usarlos.
Así pues, animamos a todxs a reivindicar el derecho al acceso a la sanidad pública, gratuita y de calidad, incluyendo los servicios de salud mental y todos los recursos necesarios para su correcto afrontamiento.
